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Salvadoreño, a la cabeza en departamento de hospital Baptist

Llegó a Estados Unidos en 1983, después de terminar sus estudios de Medicina General en la Universidad de El Salvador (UES).

Lleno de ganas de aprender, pero sobre todo de ganas de trabajar, Ramón Quesada comenzó una nueva etapa de aprendizaje cuando fue aceptado para hacer su residencia de Medicina Interna en la Universidad de Miami, Estados Unidos.

Se especializó en Cardiología Intervencionista y cuenta con una subespecialización en intervenciones estructurales (modificación de la estructura del corazón).

«Vengo de una familia de médicos, mi abuelo y mi padre lo fueron. Yo siempre pensé irme a estudiar a Estados Unidos, yo quería hacer mi residencia afuera de El Salvador porque aquí no había la oportunidad de hacerlo en lo que yo quería estudiar, en cuanto a conocimientos y tecnología», relató el Dr. Quesada, quien recientemente visitó El Salvador para dar dos conferencias sobre los avances en tratamientos cardiológicos.

Después de 30 años de trabajo en el país norteamericano, Quesada ha logrado ganarse el respeto y admiración de sus colegas.

«Para poder entrar a hacer una residencia hay que pasar unos exámenes muy difíciles… En realidad si uno se pone una meta y hace el esfuerzo todo se puede conseguir», afirmó el especialista.

Hoy es el director médico del departamento de Cardiología Intervencionista e Investigación Cardíaca en el Miami Cardiac & Vascular Institute, una dependencia del Baptist Health International, una prestigiosa red de hospitales en Estados Unidos.

El Dr. Quesada ha sido el investigador principal en estudios sobre intervenciones coronarias y reparaciones estructurales del corazón, una subespecialidad de un grupo selecto de médicos.

Ha destacado en el desarrollo de técnicas mínimamente invasivas. Es el primer médico en la Florida en realizar la reparación de la válvula mitral percutánea y el primero en el sur de Estados Unidos en realizar el procedimiento LARIAT, una nueva técnica recientemente aprobada para detener los ataques cerebrales en pacientes que sufren la fibrilación auricular.

«El mayor aporte que nosotros hacemos a la medicina es poder educar e inspirar a las nuevas generaciones… Mientras se mantenga la lucha y la inspiración no hay nada que pueda evitar que se cumplan los sueños, yo le diría a otros salvadoreños que con trabajo y esfuerzo todo se puede lograr», subrayó el Dr. Ramón Quesada.

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