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Es momento de revisar tus finanzas

Las vacaciones acabaron y eso significa evaluar tus cuentas bancarias para organizar tu presupuesto hasta el fin de año. Aunque la figura de un asesor financiero podría beneficiarte, también es necesario que te detengas a analizar tus acciones.

El regreso de las vacaciones puede ser abrumador, sobre todo al evaluar tus finanzas y constatar cuánto gastaste y el saldo que tienes disponible.

Si eres de los que tiene problemas para controlar los gastos, discutes con tu pareja por dinero de forma constante o eres adicto al juego, necesitas de una terapia financiera. Este servicio generalmente es proporcionado por un profesional de las finanzas o de la salud mental.

The Associated Press entrevistó a Meghaan Lurtz, presidenta del Financial Association Therapy, y a Ed Coambs, planificador financiero certificado y terapeuta familiar y matrimonial para conocer a profundidad la importancia de los terapeutas financieros.

¿Qué hacen estos profesionales?
Lurtz asegura que un asesor financiero puede obtener mejores respuestas sobre cómo te sientes con respecto a la jubilación o cómo te hace sentir la volatilidad del mercado, y lo que eso significa para tu planificación financiera.
Sin embargo, este no debería ayudarte con problemas de salud mental como la depresión. Del mismo modo, no debe proporcionar asesoramiento respecto a lo que deberías comprar.

¿Quién necesita uno?
Cualquier persona podría beneficiarse, pero en realidad, aquellos cuyos problemas con el dinero interfieren con su vida diaria, decisiones o sus relaciones son probablemente los mejores candidatos.
Así también las personas que están en dificultades financieras, que suelen ocultar sus compras, gastar compulsivamente o evitar sus estados financieros, deberían buscar ayuda, según Coambs.

Quienes tuvieron una infancia con mucho conflicto sobre el dinero, sufren del trastorno obsesivo compulsivo o el trastorno de estrés postraumático, que está afectando su bienestar financiero, también pueden acudir.

Un terapeuta u otro profesional de la salud mental vincula su comprensión de la psique humana a la relación con el dinero, aclaró. Mientras que un planificador financiero utiliza alguna habilidad terapéutica sobre planificación y te ayuda a desarrollar una estrategia para manejar las finanzas.

En algunos casos, puede ser mejor con otro tipo de profesional como los “coaching” de dinero. Acudir a ellos es buena idea si se trata de salir adelante después de una deuda abrumadora.

“Incluso, si somos buenos administrando el dinero, tenemos sentimientos que causan angustia en alguna parte”, enfatizó la asesora Sarah Swantner . “Eso ayuda a detenerse y pensar por qué. ¿Cómo sería diferente mi vida? La terapia no es solo para personas con problemas”.

En esta etapa del año, también es oportuno retomar hábitos para ahorrar, reorientar los propósitos, revisar planes a corto y largo plazo y evaluar minuciosamente cuánto queda en las arcas. Solo así estarás más tranquilo.

Tres razones para evaluar tu presupuesto justo ahora

1. Aprendes del pasado

Andrew Almeida, fundador de Almeida Investment Management en Nueva York, afirma que juzgar el propio comportamiento presupuestario es una forma productiva de ver cuál es la situación.

Aquí te mostramos cómo hacerlo: separa el presupuesto mensual en categorías como comestibles, alquiler, entretenimiento, etc. Luego verifica si el gasto estuvo por encima o por debajo del presupuesto destinado a cada uno.

Por ejemplo, si tienes 10 categorías y gastaste más en tres el mes pasado, pero aún así te mantuviste dentro del presupuesto durante los demás meses, habrás ahorrado un 70% de tu dinero.

Almeida recomienda hacer esto cada mes. Con ocho meses al año detrás de ti, aún estás a tiempo para evaluarte. No te desanimes, no deberías esperar ahorrar el 100 %, dice Almeida: “la vida es fluida”.

Según Brandon Renfro, profesor asistente de finanzas de la Universidad Bautista del Este de Texas, esta es una forma fácil y efectiva de monitorear cómo te encuentras.

“Puedes ver a dónde se fue tu dinero, y eso comenzará a darte una mejor idea de las áreas problemáticas o áreas de enfoque”, considera el experto quien también es un planificador financiero.

Apóyate en tus aplicaciones de tarjeta de crédito y cuenta bancaria para ayudarte a rastrear tu flujo de efectivo. Algunas de estas aplicaciones pueden incluso clasificar las transacciones por ti.

2. Te prepara para las vacaciones y los impuestos

Una vez que hayas mirado hacia atrás, tómate un momento para pensar en el futuro.

Después de todo, las siguientes vacaciones están a solo unos meses de distancia y te guste o no, el momento de pagar impuestos llegará poco después.

Prepárate para estos tiempos costosos potenciales del año.

Comienza por establecer un presupuesto de temporada de vacaciones. “Mucha gente no lo considera, pero las fiestas de fin de año son un gran gasto que todos deberían tomar en cuenta”, insiste Almeida.

Cuando no estés seguro de por dónde comenzar, utiliza la cantidad que gastaste el año pasado en regalos, viajes de placer y festejos como referencia. Luego, enfócate en los impuestos. Eso significa revisar tus ingresos, aconseja Helen Ngo, CEO de Capital Benchmark Partners en Georgia.

“Cuando hacemos presupuestos, no necesariamente consideramos sus gastos”, aclara Ngo. “Lo primero que vemos es cuánto dinero está ingresando”.

La CEO indica que prestes atención a indicadores como talonarios de pago e ingresos discrecionales. Por ejemplo, ¿estás reteniendo muchos impuestos y podrás alcanzar un punto de equilibrio más adelante? ¿Pagaste una deuda en la primera mitad del año y ahora tienes más ingresos que puede contribuir a cancelarlo? Haz ajustes donde sea necesario.

3. Puedes corregir tu curso

Es probable que hayas identificado áreas en las que tu presupuesto tiene un margen de mejora.

“Si estás muy lejos de tus objetivos de ahorro o gasto proyectados, puedes modificar algunos hábitos para el resto del año antes de que sea demasiado tarde”, sostiene Yousif, de RBC Wealth Management.

Eso puede incluir eliminar cosas pequeñas del presupuesto, como una suscripción o membresía que ya no necesites. Y cuando elimines algo, redirige ese dinero a algún lugar donde pueda ser más útil.

“Por ejemplo, tal vez en lugar de simplemente cancelar la membresía del gimnasio, ahórralos”, aconseja Renfro. Eso puede ayudar a construir un fondo de vacaciones y no es mala idea.

Pero, ¿qué pasa si ni siquiera tienes un presupuesto para verificar? No es demasiado tarde. A poco más de medio año puedes darle un empujón muy necesario a tu bolsillo para crear uno.

 

Por agencias | Recopilado de elsalvador.com el 8 de noviembre del 2019

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