La inversión para montar un proyecto de generación renovable es muy alta, pero el Gobierno ha ideado unos incentivos.
Durante los próximos seis años las autoridades de Gobierno calculan que se multiplicará la generación de energía con renovables.
Las proyecciones para los próximos seis años indican que desde los sectores público, mixto y privado se llegarán a generar 919.2 megavatios (MW) adicionales de energía con fuentes renovables, aunque muchos de esos proyectos todavía no se han materializado.
Un estudio que se elaboró con el apoyo de la Agencia de Cooperación Estadounidense (USAID) muestra que a partir de este año y hasta 2021 se espera que la capacidad de generación crezca en 145.7 MW con energía hidroeléctrica, 102 MW con geotermia y 380 MW con gas natural. También se prevé que habrá 170.7 MW con potencia solar, 81.5 MW con biomasa (caña de azúcar) y 40 MW con potencia del viento.
Entre estos proyectos está Energía del Pacífico, que se montará en el puerto de Acajutla (Sonsonate). Esta empresa generará energía con gas natural y ya hay empresas que han mostrado interés en vender esta materia prima para su transformación. Entre los interesados está Enel Green Power, la empresa italiana que antes era socia del Gobierno en la explotación de la geotermia pero que se retiró del país después de varios litigios que terminaron en un Acuerdo Marco, con el cual se disolvió la sociedad.
Pero tener en la mira esos 919 MW no significa que entrarán de una vez, uno por uno, a la red eléctrica que abastece al país. Primero hace falta que las instituciones como la Unidad de Transacciones (UT), la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (SIGET), el Consejo Nacional de la Energía (CNE) y otras autoridades hagan los análisis necesarios para saber cuánto puede ofertarse a la red nacional. El estudio de USAID es solo el punto de partida para medir las posibilidades.
El CNE y la SIGET, tras conocer los resultados del estudio en mención, tomaron la decisión de activar la licitación por 150 MW de energía con fuentes no convencionales, como la fuerza del viento (eólica) y la luz del sol (fotovoltaica). Con esta cantidad de energía se podría llevar el servicio a 250,000 hogares y prevenir la emisión de 160,000 toneladas de dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero. Además, se espera que lleguen hasta $200 millones en inversión privada por este nuevo concurso público.
Blanca Coto, titular de la SIGET, dijo que esperan tener listas las bases de licitación a finales de este año y que los proyectos ganadores operen a partir de 2018.
Los interesados venderán al mercado mayorista.
Coto aclaró que todavía no se ha definido cuántos de esos 150 MW se irán para eólica y cuántos para solar; además, la funcionaria dijo que esa cantidad que se licitará es la “prudente y adecuada” por el momento.
La Agencia de Promoción de Inversiones y Exportaciones (PROESA) señaló que hay empresas provenientes de México, Estados Unidos, Colombia, Canadá, Chile, Corea, Japón y Taiwán que tienen interés en invertir en el sector energético salvadoreño.
Diversificación
El CNE mostró que para 2018 se espera una notable diversificación de las fuentes desde donde se obtiene energía, o matriz.
Las estimaciones para ese año son que la energía eólica aporte 1.6 %, biomasa 5 %, solar 5.2 %, los derivados del petróleo 7 %, la geotérmica 23 %, las presas hidroeléctricas 26.8 % y el gas natural 31.4 %.
Coto explicó que debido a los períodos de sequía, las presas hidroeléctricas Guajoyo y Cerrón Grande muestran menores niveles en sus embalses. Según la funcionaria, el déficit es de 10 metros sobre el nivel del mar.